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Te convertiré en eterna desolación, tus ciudades no serán rehabitadas; así reconocerán que yo soy el Señor. 10 Por haber dicho “Las dos naciones, los dos países van a ser míos, vamos a apoderarnos de ellos”, siendo así que el Señor estaba allí, 11 lo juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que actuaré con la misma cólera y el mismo celo con que tú has actuado contra ellos; de esta manera me daré a conocer a ellos cuando te castigue.

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